El concienzudo trabajo de investigación de un ciudadano que comprobó que el Plan Xeral de Ordenación Municipal de Ourense, aprobado en 2003 y que se exponía al público, no era el mismo que se había aprobado en el Concello, y que ambos incurrían en al menos de 160 diferencias que escondían muchos supuestos "pelotazos" urbanísticos, fue una de la 8 denuncias contra el PXOM admitidas por TSXG, que emitió otras tantas sentencias anulatorias. Esta fue una de las pocas denuncias que defendía intereses colectivos y no de simple venganza contra el gobierno local.