Sentencia de un juzgado de lo contencioso-administrativo que condena al SERGAS a indemnizar a nuestra cliente con 124.000 euros por los efectos secundarios de la cloroquina.
La cloroquina es un fármaco antipalúdico que se utiliza de antiguo para el tratamiento de la artritis reumatoide, pero que se puso de moda con ocasión de la pandemia de la COVID-19, al ser uno de los primeros tratamientos utilizados, cuyas bondades pregonó Trump en su momento, aunque luego se demostrase ineficaz .
Sucede que tiene sus efectos secundarios, sobre todo en los tratamientos de larga duración, dado que puede producir lesiones en la mácula, de ahí que sea necesario realizar un control oftalmológico al inicio y luego otros periódicamente, pues los residuos de cloroquina se acumulan en el ojo y son tóxicos.
Eso es lo que le paso a nuestra cliente, con la que no se siguió el adecuado control oftalmológico como debía hacerse, quedando luego con importantes secuelas visuales, que ahora el juzgado indemniza en más cuatro veces la indemnización fijada inicialmente (30.000 euros) ascendiendo finalmente a 124.000 euros, más intereses.