Sentencia que condena al Sergas a abonar 12.000 euros a nuestra cliente por no tratar correctamente una infección en el dedo de un pie.
Nuestra cliente perdió un dedo de su pie. La culpa estuvo en una osteomelitis, una infección en el hueso, de la que venía dando síntomas desde hacía más de un mes.
Ella acudió a su centro de salud en varias ocasiones con una herida en un dedo que supuraba pus y fue tratada con un antibiótico dado empíricamente.
Se demoró 14 días en coger una muestra para analizar y para conocer el germen y el antibiótico al que fuera sensible.
Y cuanto se tuvo el antibiograma aun se demoró varios días más la administración de levofloxacino, que era el antibiótico correcto.
Por eso cuando de urgencia fue remitida al hospital a pesar de los esfuerzos por tratar una infección que ya había pasado al hueso, finalmente tuvo que amputarse el dedo.
La osteomelitis podía haber evitado de haberse actuado con la premura y diligencia que la ocasión exigía. O al menos se evitaría la amputación.