Sentencia de un juzgado de lo contencioso-administrativo que condena al Sergas a pagar 30.000 euros por realizar una intervención prescindible
Nuestro cliente fue diagnosticado de un cáncer de colón. Se sometió a quimioterapia y radioterapia, y con las pruebas de imagen se comprobó que respondía muy bien al tratamiento.
Al terminar las sesiones de quimio estaba programada realizar una nueva resonancia para estadiar la lesión y verificar la respuesta final al tratamiento.
Sin embargo, en el último momento se decidió anular esa prueba y aconsejar al paciente que se sometiese a una intervención para resecar la lesión.
Cuando la pieza quirúrgica fue analizada por el anatomo-patólogo el resultado era que el estadio de la lesión era 0, que significa que no había resto de células cancerígenas.
El comentario del cirujano fue: “tengo una buena y una mala noticia, la buena es que está usted curado, la mala es que para eso no tenía que haberse operado” (aunque luego desmintió el comentario).
El Sergas no admitió el error y ahora la sentencia reconoce que no se actuó correctamente y condena a indemnizar con 30.000 euros.