Sentencia de un juzgado que condena al Sergas por el fallecimiento de una paciente tras cirugía de retirada de injerto renal.
Tenemos un sistema sanitario público líder mundial en trasplantes, con una organización nacional modélica.
Los hospitales de referencia en esta materia acumulan una gran experiencia que hace más fiables a sus equipos de trasplantes.
Pero a veces, en pocas ocasiones afortunadamente, se relativiza el riesgo, quizás por un exceso de confianza que produce determinados errores fatales.
Es el caso de la esposa de nuestro cliente que falleció por las complicaciones de una cirugía de retirada de un injerto renal que había fallado.
No sólo no se le informó adecuadamente de los riesgos que entrañaba, y de que había otra alternativa, sino que no se actuó con celeridad en el postoperatorio.
24 horas de retraso diagnóstico puede ser la diferencia entre salvar una vida o abocarla a un fallecimiento seguro. Ocurrió lo segundo.
El juzgado condena a indemnizar a su viudo con 30.000 euros. Poco es, pero al menos reconoce que se equivocaron; aun así recurriremos.