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El AVE (de rapiña) sobrevuela Ourense

Publicada el: 10 de abril de 2011

Las borracheras de los poderosos suele producir resacas colectivas. Eso significa que cuando el poder los embriaga pierden el “ethos” de su cargo, que entraña un compromiso, fundamentalmente hacía los más desfavorecidos, a los que terminan en su melopea  tratando con desdén.

 

Ourense es una de la provincias más pobres del Estado, y su capital una ciudad que nunca ha sido bendecida con grandes obras públicas, ni los rectores locales, salvo honrosas excepciones, tampoco hicieron alarde de altura de miras para propiciarlas, salvo en lo que permitiese incrementar su patrimonio personal.

 

Ourense tiene un monumento nacional en ruinas, carcomido por la desidia y el abandono institucional. Ourense carece de un gran balneario que rentabilice turísticamente las enormes reservas de aguas termales que acumula en su subsuelo. Ourense tiene un campus universitario que pierde sus titulaciones referenciales.

 

Y ahora Ourense no puede tener un acceso soterrado del AVE, porque, en palabras del Ministro, eso es un capricho. Capricho es financiar obras en dos puertos exteriores (Coruña y Ferrol), tres aeropuertos (Coruña, Santiago y Vigo) y una ciudad de la cultura, monumento al despilfarro improductivo.

 

Lo peor es que lo dice en primera persona, como si el dinero público sea de ese Ministro, que aunque se ha operado de la miopía es incapaz de ver la tremenda cicatriz urbana que propiciará un AVE en superficie, con alto coste medioambiental para los humildes barrios de A Loña, Oira y A Ponte.

 

Y la excusa no puede ser menos socialista: la cesión de terrenos no produce plusvalías suficientes para financiar el sobrecoste del soterramiento. La inversión pública tiene que velar por el beneficio social y no sólo por la rentabilidad económica. Es un máxima demasiando arcaica para un Ministro ignominioso.

 

 

 

 

 

 

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