El "presentismo"
Publicada el: 5 de enero de 2012
Vengo constatando tiempo atrás un alto nivel de hartazgo en los profesionales de la sanidad pública. Personal altamente cualificado e inicialmente comprometido con la organización sanitaria que adolece de falta de motivación y evidencia una pérdida de compromiso.
Indagando en las causas de esa llamativa desconexión con la Administración para la que trabajan no arguyen, como inicialmente podía pensarse, una retribución escasa o unas elevadas cargas de trabajo, sino la sensación de falta de estímulos por sus superiores y de valorización de su trabajo.
No es extrañar cuando los cuadros de personal en la sanidad se organizan en unas estructuras piramidales, a cuya parte superior no se llega por méritos propios sino en base a afinidades ideológicas o partidistas. Buena prueba de ello es su renovación con los cambios de gobierno.
Esto ocurre a diferencia de algunas organizaciones empresariales que impone una estructura horizontal en la que fluye el trabajo en equipo, la comunicación y el liderazgo compartido, o en las que se premia la aportación de los mejores mediante incentivos tanto salariales como formativos.
Es triste ver a un buen médico o a un enfermero competente realizando sus tareas desmotivados, no dando lo mejor de ellos mismos, sin liberar todo su potencial, porque consideran que es indiferente, que no merece la pena el esfuerzo porque sus superiores no lo valoran.
El problema es que es las víctimas de presentismo no son sólo esos profesionales sino especialmente los pacientes a los que atienden. Y todo por culpa de una Administración que sólo piensa en ahorrar, aun a costa de la calidad asistencial, sin preguntarle cómo hacerlo mejor a quienes precisamente generan ese gasto: médicos y pacientes.