No es lo mismo recortar que podar
Publicada el: 21 de abril de 2012
Vaya por delante que considero un acierto el nuevo sistema de copago farméutico. Ya iba siendo hora que se introdujeran mecanismos de equidad en esa prestación, de forma que sea la renta, más que la edad, la que determine su coste.
No obstante esa medida, en combinación con otras sobre la prestación farmacéutica, apenas llega a la mitad del recorte previsto de 7.000 millones de euros. El resto saldrá, probablementre, de una reducción de la cartera de servicios.
Es decir, que dejarán de realizarse determinadas intervenciones que hasta ahora no se costeaban o se cobrará por ellas, se endurecerá el acceso a determinados tratamientos y se dejarán de subvencionar proyectos de investigación que permitirían su descubrimiento y aplicación clínica.
El problema es que con nuestro sistema financiero en una delicada situación y nuestras universidades sin apenas fondos, si el Estado no subvenciona a los investigadores, o les ofrece lineas de crédito para desarrollar nuevas moléculas, se verán abocados a emigrar, que es lo que está pasando.
Es un error que los recortes impidan el desarrollo de un tejido empresarial en torno a la industria biotecnológica. Nuestros magníficos profesionales no pueden ver cercenado su futuro por cerrar el grifo del crédito. Nuestra inversión en talento no germinará así en nuestro país sino en otros.
No sólo estamos privando a la sociedad española de sociabilizar sus descubrimientos, sino que impedimos el desarrollo de una industria nueva en manos de prometedores investigadores, que sea a su vez polo de atracción para un entremado empresarial propio de un país avanzado.
Cualquier humilde campesino sabe que eso es recortar, no podar. Se poda para que salgan nuevos brotes más fuertes eliminando las ramas enfermas. Con la sanidad está ocurriendo al revés.