A mayores recortes más negligencias médicas
Publicada el: 19 de mayo de 2012
Las voces de alarma se disparan entre los profesionales sanitarios ante lo que perciben como una pérdida de la calidad asistencial por los recortes en los prespuestos.
Las presiones que reciben de sus gerentes y directivos para ahorrar anteponiendo la eficiencia a la eficacia de las prestaciones resultan inaguantables.
Los ajustes en las plantillas de los servicios hospitalarios impiden cubrir como antaño las programaciones quirúrgicas y la realización de las pruebas diagnósticas.
Las listas de espera –maquilladas por los propios gerentes- crecen sin parar hasta el punto de superar la demora quirúrgica la duración máxima de una baja laboral.
Los profesionales se ven compelidos a trabajar con la misma atención a los pacientes que éstos precisan pero con menores recursos para dar adecuada respuesta a sus necesidades.
Sin embargo, cuando la asistencia falla, cuando el error se produce propiciado por esa perdida global de la calidad asistencial, el profesional es quien responde frente a la denuncia del paciente.
El profesional tiene el deber legal y ético de denunciar previamente las limitaciones que encuentra para realizar su trabajo correctamente.
Actuando así no sólo alertará a la sociedad y al paciente sino que eludirá la denuncia de éste, la cual, llegado el caso, alcanzará al real responsable de la negligencia: el gerente.