Logo

¡Todavía hay jueces!

Publicada el: 4 de febrero de 2014

Habiendo recurrido el molinero a la justicia, los jueces fallaron en su favor y ordenaron la reconstrucción del molino y la indemnización a su propietario. Contra la creencia general de que se negaría a cumplir la sentencia, el rey la aceptó, no sin antes exclamar: "Veo, con alborozo, que todavía hay jueces en Berlín".

 

La misma expresión, pero donde dice Berlín, entiéndase Ourense, A Coruña, Vigo o Madrid, es la que al unísono proclamamos en ocasiones quines llamamos a las puertas de la Justicia, abogando por los intereses de nuestros clientes, tantas veces víctimas de eso que Alejandro Nieto llama “El desgobierno de lo público”.

 

Lo cierto es que en ocasiones resulta ciertamente descarada esa perversión de la potestad de autoorganización, sobre la cual las Administraciones Públicas pretenden justificar la mayoría de sus actuaciones, refugiándose en una mal llamada discrecionalidad que en realidad oculta una clamorosa arbitrariedad.

 

Por eso, la anulación del nombramiento del esposo de la mandamás de cierta consellería, en lo que se considera una desviación de poder de quien lo avaló, nos llena de satisfacción pues hay motivos, como decía Calamandrei, para tener fe en el Derecho … y esperanza en la Justicia, añado.

Cargando datos...