Sovaldi o el maná que no llega
Publicada el: 30 de diciembre de 2014
Hace tres meses el Ministerio de Sanidad anunció a bombo y platillo (en plena crisis del Ebola) la financiación de un nuevo medicamento contra la hepatitis C con una eficacia demostrada del 95%.
Supeditó su administración a una guía terapeútica según la cual se determinarían los criterios de prescripción. Esa guía se conoció en el mes de diciembre mientras la intranquilidad de los enfermos iba en aumento
Al conocela la Asociación Española para el Estudio de la Enfermedades del Higado, que agrupa a la mayoría de los hepatólogos de este país, la criticó duramente animando a sus asociados a no seguirla.
Mientras tanto, los enfermos han tomado las aledaños de los hospitales reclamando lo que es suyo, ese tratamiento prometido que sólo llega a cuenta gotas para desesperación de quien se ve morir.
Una vez más, y van muchas, el nivel de incompetencia de los gestores de las Sanidad pública se resumen en ese dicho popular de que no es lo mismo predicar que dar trigo.
Procede que los médicos prescriban el Sovaldi de acuerdo a su propio criterio, que los pacientes reclamen su dispensación por escrito, que la Admistración se pronuncie, y en caso de respuesta negativa, se demande judicialmente.
Sólo un juez, como ya ha ocurrido en ocasiones precedentes, podrá obligar a las Administraciones sanitarias a dar el Sovaldi a quien lo precise, e incluso imponer indemnizaciones en caso de lesiones sobrevenidas por el retraso.