Periodismo es decir la verdad
Publicada el: 14 de noviembre de 2010
Narrar la actualidad es como leer una partitura que exige tocar todas las notas del pentagrama para que la música suene bien, con todos sus acordes. Ahora bien, el periodista puede interpretarla a su gusto, incluso versionarla pero sin perder la melodía, pues es perfectamente lícito que en todo medio de prensa predomine una determina ideología y describa la actualidad en una clave concreta, pues se debe a sus lectores que comulgan el mismo ideario. Como decía el crítico y escritor británico John Berger cualquier posicionamiento ideológico si es "consciente, activo y abierto" constituye en sí mismo un valor añadido.
El problema no el débito con el lector sino cuando viene impuesto por el poder establecido, sea político o empresarial, y la neutralidad se pierde a cambio de lucrativos intereses publicitarios. Ya no es que la información se cuente de una forma parcial, sino que mutila para ofrecer una realidad distinta de lo que está pasando, al extremo de cerrar el medio a opiniones distintas, eso que se llama tribuna libre. La música resulta entonces chirriante a oídos del lector más documentado. El periodismo pierde así eso a lo que Georg Lukacs llamaba la capacidad de retratar la vida de un pueblo de un modo más profundo, auténtico y humano.
Y cuento esto porque es lo que pasó con una tribuna mía titulada “Libertad prescripción, libertad de curación”, crítica con determinada medida del Gobierno gallego, y que fue rechazada por un medio con el que habitualmente colaboro “por ir contra la línea editorial del periódico en ese tema”. Malo cuando se penaliza la pluralidad imponiendo una única VOZ, incluso yendo más allá de sus periodistas asalariados, para también acallar a sus expertos independientes.
Finalmente la tribuna fue publicada en otro medio menos afectado por el entramado de intereses publicitarios que se cuece en Galicia. Pueden leerla en esta misma página web. Juzguen por Vds. mismos si no era publicable.