El periodismo y la elevada carga mental
Publicada el: 2 de febrero de 2018
La historia de nuestra clienta es larga pero con final feliz, aunque agridulce.
María (nombre ficticio) era la jefa de prensa de una institución. Tras muchos años una nueva gerencia decide externalizar gran parte de sus funciones, y ella se quedó prácticamente sin trabajo, sin ocupación efectiva de su puesto.
Esa inactividad y un aislamiento laboral premeditado le hacen caer en la depresión. Se consigue que la institución pague su despido, incluso por encima de lo establecido para el improcedente, pues su actuación rozaba el mobbing.
Pero la depresión ya se había convertido en un trastorno adaptativo. Había quedado limitada –según el INSS- para trabajos de elevada carga mental y responsabilidad. Sin embargo, no le reconocía la incapacidad laboral.
Tras dos juicios el Tribunal ha venido a reconocer que el periodismo, máxime en un puesto de jefatura, exige no sólo responsabilidad sino una elevada carga mental (no confundir periodismo con lo que hacen algunos tertulianos televisivos).
Ahora María ya tiene reconocida su prestación de incapacidad que va a compensar, en parte, la imposibilidad de seguir trabajando en lo que fue su profesión durante tantos años. Ojalá le ayude también a sobrellevar mejor los síntomas de esa grave enfermedad.
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