Pancreatitis mal estudiada
Publicada el: 20 de agosto de 2021
En ocasiones, pocas todo hay que decirlo, la Administración sanitaria reconoce sus propios errores y ordena indemnizar a los perjudicados.
Singular resulta además cuando no se trata de errores groseros, sino de cierta laxitud en los controles periódicos al que tienen que estar sometidos determinados pacientes.
Es el caso de nuestra cliente a quien, ante la sospecha radiológica de tratarse de un quiste –y no un pseudoquiste- en el páncreas, no se completaron los estudios para determinarlo.
De ese modo al cabo de un año el quiste creció, dio otra clínica, se estudio bien y se verificó que se trataba de un tumor, sin poder beneficiarse de un tratamiento quirúrgico.
La demora en el tratamiento supuso una pérdida de oportunidad terapéutica que se concreta en un porcentaje de la indemnización legal por el fallecimiento.
Y es ahí donde nos encontramos con un campo ciertamente brumoso, que es cómo calcular las probabilidades de que un tratamiento precoz cambiase el pronóstico de la enfermedad.
No conformes con el porcentaje aplicado (un mísero 15%) acudiremos a los tribunales para probar que las probabilidades de supervivencia eran mayores con un tratamiento a tiempo, que inexplicablemente se omitió.
Pero al menos ya hemos conseguido lo más importante: el reconocimiento del error y la obligación de indemnizar por un fallecimiento que podía haberse evitado.
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