Daño desproporcionado en cirugía de túnel carpiano y ganglión
Publicada el: 29 de noviembre de 2023
Comentando la sentencia con nuestra cliente, y emocionada por la noticia tantos años esperada, me decía: “no es por el dinero, es porque por fin alguien me ha dicho que me ha pasado y que podía evitarse”.
El dinero no es una cifra despreciable, más de 100.000 euros con los intereses devengados, por una mano garra que propició que el INSS le reconociese una incapacidad permanente total para su profesión. Y eso tratándose de una mujer muy joven.
Su historia es la de quien se somete a una intervención sencilla en un centro concertado derivada de la lista de espera del SERGAS. Tenía parestesias y un ganglión doloroso y debía someterse a una intervención sencilla y ambulatoria.
Durante la intervención sufrió un fuerte dolor que apenas remitió en el postoperatorio, a pesar de la analgesia. La mano se retrajo paulatinamente hasta no poder abrirla, quedándole en garra y sin fuerza.
Cuatro intervenciones más apenas pudieron mejorar un poco su funcionalidad. Fueron varios los diagnósticos que se le dieron, entre ellos un síndrome de Parsonage Turner, enfermedad rara e idiopática, en la que se basó el SERGAS para desestimar la reclamación.
Fuimos a juicio y el juez acaba de dictar sentencia clara, contundente y bien motivada, con un buen resumen y balance de la intervención de hasta siete traumatólogos, peritos y testigo-peritos, cada uno dando su versión.
La conclusión: hubo un daño desproporcionado que debe ser indemnizado. La explicación dada por el SERGAS y a la que se adhiere su centro concertada no es convincente y no resulta acreditada. Algo falló en la intervención, probablemente secundario a un fallo en la anestesia.
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