Muerte en urgencias

Las urgencias hospitalarias son servicios masificados. Los recursos asignados no están proporcionados a la demanda asistencial, pero ello no justifica lo ocurrido en un hospital del SERGAS.

El paciente acude a urgencias acompañado por su hermana. Ingresa para realizar la oportuna valoración después de haberse triado con un código amarillo que exigía ser atendido médicamente en menos de una hora.

Al cabo de cuatro horas la médico de urgencias acude por primera ver a ver al paciente  y al descorrer la cortina se lo encuentra muerto ¿Qué pasó? ¿Por qué falleció? Nadie supo dar una explicación convincente. Tampoco una disculpa.

Nuestra cliente, hermana del paciente, que vivió desde una fría sala de espera esa desgracia, nos pidió que hiciéramos la reclamación pertinente. Así lo hicimos probando que otra actuación hubiera evitado ese luctuoso suceso.

La Consellería de Sanidade reconoce la responsabilidad y establece una indemnización de 22.000 euros, que es el 100% de aquella prevista en el baremo legal establecido para estos casos con carácter orientativo.

Falto la disculpa humanamente exigible. Parece que va implícita en la indemnización, pero las familias de los pacientes en estos casos se merecen algo más. All menos el compromiso de evitar que algo así vuelva a ocurrir.