52.000 euros por pérdida de testículo de un adolescente.

El Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha confirmado la condena al SERGAS a indemnizar con 52.000 euros a nuestro cliente, menor de edad, por la pérdida de un testículo tras un retraso en el diagnóstico y tratamiento de una torsión testicular

El paciente, de 16 años, con dolor intenso y súbito en un testículo, náuseas y vómitos, acudió al Punto de Atención Continuada. El cuadro clínico era plenamente compatible con una torsión testicular, pero fue diagnosticado erróneamente de epididimitis. Tampoco fue valorado presencialmente por el urólogo de guardia al día siguiente cuando con los mismos síntomas acudió al servicio de urgencias del hospital, ni siquiera se le hizo la “prueba de oro” o “gold estándar” que es la ecografía-doppler: eficaz al 99%, fácil de hacer, rápida en los resultados, sin riesgos para el paciente y sin costes añadidos.

El Tribunal aplica la doctrina de la pérdida de oportunidad concluyendo que la demora diagnóstica vulneró la lex artis ad hoc y tuvo una relación causal directa con el daño. El fallo descarta que estemos ante un simple error clínico; se trata de una infracción de la obligación de emplear los medios diagnósticos razonablemente disponibles.

En su sentencia recuerda que la falta de medios no puede ser excusa cuando estos están al alcance, y la omisión injustificada de pruebas críticas —como fue la ecografía Doppler en una torsión testicular— no es jurídicamente tolerable.

Esta es la sexta condena (seis de seis) que hemos obtenido por torsiones testiculares tardíamente diagnosticadas. El SERGAS debería revisar sus protocolos –como le recordó un juez en otra sentencia-, salvo que prefiera pagar condenas que implementar mejoras organizativas. Pero no es un problema de dinero, sino de la salud de niños y jóvenes expuestos a esos errores sistemáticos.