Inserción equivocada de catéter y fallecimiento

Un Juzgado de lo Contencioso-Administrativo ha condenado al SERGAS por el fallecimiento de un paciente tras sufrir una hemorragia secundaria a la inserción de un catéter para la colocación de una vía central, acto médico realizado por una médico interno residente (MIR).

El paciente ingresó con fiebre y dolor abdominal, permaneciendo varios días en observación. Su evolución era relativamente estable hasta que en la UCI se le practicó una canalización venosa central. Durante la maniobra, realizada por una MIR, se produjo la punción y perforación de la arteria subclavia izquierda, una complicación inédita en este tipo de procedimiento.

El error no fue detectado en el momento ni en las horas posteriores, a pesar de los signos clínicos y radiológicos que lo evidenciaban. Esa omisión provocó un hemotórax masivo y un shock hipovolémico irreversible que derivó en su fallecimiento.

El Juzgado considera que existió una doble negligencia: la perforación de una arteria que no debía haberse alcanzado y la falta de diagnóstico inmediato del sangrado. Aplica la doctrina del daño desproporcionado al entender que el resultado no guarda proporción con el procedimiento realizado, lo que a su vez se pone en conexión con la impericia inherente a una médico que está en proceso de formación.

La sentencia estima íntegramente la demanda interpuesta por nuestro despacho, reconociendo la indemnización íntegra reclamada en favor de nuestros clientes, de 140.000 euros más intereses y costas.