Ver la tele no cura pero ayuda

Tal argumento obedece a la reclamación de una entidad de gestión de derechos de autor para que se le reconociese la remuneración a cargo de una clínica por tener televisiones en sus habitaciones. Considera el Juez que no existe comunicación pública porque aun cuando no ha encontrado estudios serios sobre el valor terapéutico de la televisión en las habitaciones de los hospitales, y que es cierto que el médico no la prescribe expresamente sí lo hace de forma indirecta, pues favorece la recuperación en el contexto de una vida normal ya que seguramente en su casa el paciente vería la televisión, siendo además un medio para atenuar los estados de miedo y ansiedad que se generan en una estancia hospitalaria. En definitiva, que la caja tonta ya no lo es tanto, salvo que la sentencia se refiera, sin citarlo, al efecto narcotizante de ciertos programas, certeramente llamados tele-basura.