Logo

Rinoplastia infausta y pacto de silencio

Publicada el: 28 de diciembre de 2010

Una reciente sentencia de noviembre de este año de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo revisa su sentencia previa de 12 de febrero de 2008, desestimatoria de un recurso de casación frente a una sentencia que desatendía la millonaria reclamación de un paciente aquejado de graves secuelas derivadas de una rinoplastia, demanda que había sido dirigida frente a los médicos que lo atendieron y la clínica donde fue operado. Es el epílogo de un largo peregrinaje judicial y el final feliz en la búsqueda de justicia de unos padres para su hijo. Su acampada durante más de un año en la plaza aledaña a la sede del Tribunal Supremo en la viva imagen de ese denodado esfuerzo por encontrar la verdad. Y como en las mejores películas la aparición de un insospechado testigo gracias a esa presencia pública dio un vuelco al drama humano y al litigio planteado. El Tribunal Supremo declara la existencia de un fraude procesal, en su modalidad de maquinación fraudulenta, al ocultar todos los demandados –relacionados familiarmente- la presencia de un médico en prácticas en el quirófano, que fue quien en el juicio de revisión declaró, sin lugar a dudas, que lo sucedido es que el tubo de la anestesia endotraqueal se soltó sin que el anestesista lo pudiese verificar a tiempo al encontrarse en otro quirófano, provocando la grave hipoxia padecida por el paciente. El pacto de silencio de los médicos y del personal de enfermería no fue perfecto. El denostado corporativismo, por suerte, empieza ser un mito que se tambalea por el empuje de la verdad y el compromiso ético con el paciente.

Volver al inicio
Cargando datos...